Bösendorfer

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Fábrica de pianos

Viena apuesta por la perfección en la música y el sonido. Aquí residieron y residen no solo músicos de fama mundial, sino también fabricantes que producen instrumentos con los cuales se pueden conseguir los mejores resultados posibles de sonido.

El nombre más importante es, sin duda, Bösendorfer: la manufactura más antigua de pianos de alta gama con casi 200 años de antigüedad. En más de un año de trabajo manual se crea un instrumento que posee el sonido Bösendorfer, un sonido incomparablemente vivo y brillante.

El misterio del sonido

Unos 300 pianos al año son fabricados en Wiener Neustadt, a 48 kiló­metros al sur de Viena, aunque el verbo producir es la palabra equivocada. 120 artesanos apasionados por el piano dan forma a cada instrumento de manera personal y con gran amor por el detalle. Ya a los aprendices se les dan clases de piano. Cada uno de los trabajadores forma parte de este mundo musical, lo que se nota en cada instrumento.

Además del amor y la pasión hay un árbol que juega un importante papel: la picea autóctona. Las estaciones del año, el sol, el viento y el frío permiten que la madera madure lentamente. Se seca al exterior en un período de hasta cinco años antes de ser trabajada según el singular principio de la caja de resonancia desarrollado por Bösendorfer. El punto de partida y núcleo del plan de fabricación es el sonido inmaterial. Bösendorfer fabrica el instrumento “entorno al sonido“ para que se consiga una actuación inconfundible y mágica.

Cada instrumento es tan individual como su futuro dueño, que puede dar rienda suelta a sus deseos en lo que se refiere a color, chapado, iniciales o dedicatoria personal. Lo que recibe es un perfecto y único ejemplar del arte de la fabricación de pianos.

El salón de venta en Viena

Los mejores tocaban y siguen tocando un Bösendorfer, ya sea Duke Ellington u Oscar Peterson, los Beatles o Bernstein, Liszt o Gulda, Michael Jackson o Tori Amos.

El local de venta, el Salón Bösendorfer y tienda insignia, se encuentra situado desde 1914 en el edificio del Musikverein, donde late el corazón musical de Viena. Tocar aquí un Bösendorfer significa tocar el sonido. Algo que nunca más se olvida.

¡Eche un vistazo al interior!

Texto: Susanna Burger


Salón Municipal Bösendorfer Salon

Bösendorferstraße 12/Canovagasse 4
1010 Vienna
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