Durante el verano, en el Canal del Danubio de Viena suele reinar un ambiente de ajetreo y animación, pero, con la crisis sanitaria, el cierre del sector de la restauración y la limitación de las salidas a la calle, el escenario es mucho más tranquilo.

Sin embargo, en los muros que rodean el Canal del Danubio y en el que los artista del grafiti plasman sus obras sí están pasando cosas. Las nuevas condiciones de la vida en tiempos de coronavirus quedan reflejadas en las obras de arte urbano : pueden apreciarse enormes inscripciones e imágenes que aluden al virus, o un hombre-máquina que ordena lavarse las manos; pero también se ve un "keep smiling" que invita a la esperanza. Aún está por ver cuánto tiempo aguantarán estos grafitis ––y también la crisis––.