Sigmund Freud, la nueva estrella de Netflix
En la primavera de 1876 nada indicaba que Sigmund Freud, un estudiante de medicina de 19 años, pudiera convertirse algún día en un gran científico y explorador del “alma vienesa”. Al contrario. Destrozado por el primer fracaso sentimental y en situación económica precaria, intentaba encontrar los testículos de una anguila con la ayuda de un escalpelo en la Estación Zoológica de Trieste. Su profesor de anatomía admiraba el empeño que ponía en ello. Su tesis doctoral la escribió Freud en 1881 sobre la médula de las especies de peces menos evolucionadas.
Hoy en día, Freud es conocido en todo el mundo, es uno de los científicos más citados y su fama no ha disminuido. En la China, sobre todo, es cada vez más popular. Su libro “La interpretación de los sueños”, escrito hace 120 años, es más actual que nunca. Además, en verano de 2020 el Museo Sigmund Freud volvió a estar operativo y el gigante de las series online, Netflix, tiene en su oferta desde el 23 de marzo de 2020 una serie austriaca que llega a 148 hogares y está disponible en 30 idiomas: Freud muestra a un joven inmaduro y los atolladeros en los que acaba por aplicar sus teorías.
Freud | Official Trailer | Netflix
“Era un genio”
Con los peces, Freud no tuvo gran éxito. Por eso, en 1885 y tras un viaje de estudios a París, empezó a dedicarse a la psicopatología y a descubrir paso a paso la estructura psíquica del hombre. Una arriesgada tarea. Placer y agresividad, neurosis e instintos reprimidos. ¿A quién le apetece escuchar que no somos los dueños en nuestra propia casa, que el subconsciente nos hace subir a un carrusel y que lo que percibimos de las otras personas solo es la punta del iceberg? Los abismos que abrió Freud lo modificaron todo: el arte, la ciencia, la sociedad. Y la imagen del hombre.
“Era el momento adecuado y Freud era sencillamente un genio”, aclara el profesor Alfred Pritz, primer rector de la Universidad privada Sigmund Freud de Viena. “Freud es una figura clave para entender el alma del hombre moderno. También tenía sus puntos flacos, pero hay que comprenderlo en su dimensión de personaje histórico. En nuestro sector no hay nadie en el mundo que lo iguale.” Esta es una de las razones por las cuales en 2021 y 2023 tendrán lugar en Viena un congreso de neurología y uno de psicoterapia con un total de 9.000 asistentes. Convertir el psicoanálisis en un método enseñable fue también toda una proeza. “Freud demostró que una relación especial y de respeto puede facilitar la vida de las personas y su curación”, afirma Pritz. A muchos de los “locos” que entraron por la puerta de la consulta privada de Freud en el número 19 de la Berggasse les proporcionó un gran alivio con la ayuda de una charla y un sofá para tumbarse como única herramienta de tratamiento.
El legado de Freud
En la Viena del 1900 reinaba un espíritu que hizo posible su trabajo. Claro que también había excelentes representantes de su ramo en otros lugares. Por supuesto que Freud tuvo precursores. Pero fue él quien sentó nuevas pautas. Su legado tuvo efecto gracias a los muchos “discípulos” que el gran maestro reunió junto a su persona. A Viktor Frankl, que centró su trabajo en la cuestión del sentido de la vida, se le ha dedicado un museo en la calle Mariannengasse 1.
Durante toda su vida Freud fue famoso en Europa y en el continente americano, tanto en el norte como en el sur. Sin embargo, las dudas atormentaban a este hombre que se autoanalizaba al final de cada jornada de trabajo porque sufría a causa de conflictos interiores y complejas relaciones sentimentales. Las críticas a su nueva doctrina, considerada “acientífica”, no cesaban. Pero sus partidarios lo veneraban aún más. Póstumamente reina de manera indiscutible sentado en el trono que le ha concedido la historia. Seguro que le habría gustado ver su aparición en la serie de Netflix.
Texto: Stefan Müller