La versión real del famoso Karl-Max-Hof abarca más de un kilómetro. Sin embargo, en el mundo del artista independiente vienés Harald Gach este emblema de la Viena Roja construido en la década de 1920 solo mide 45 centímetros y tiene 12 de alto. "El modelo está hecho exactamente de 890 piezas de Lego", calcula Gach que tiene su réplica de la monumental construcción. Pero el Karl-Marx-Hof no es en absoluto el único monumento vienés que Gach ha reproducido con Legos. Hasta la fecha, ya son varias docenas.

De lo clásico a lo moderno

El Parlamento, la Ópera Nacional, la Iglesia de San Carlos y la Iglesia de San Leopoldo de Steinhof de Otto Wagner también han sido objeto de la creatividad de Gach, así como otros edificios históricos menos conocidos, como el Palacio Fraenkel del distrito 8 y el Palacio del Archiduque Guillermo, de Theophil Hansen. El artista también se ha atrevido con clásicos del siglo XX. En una colección de impresionante arquitectura vienesa que presenta en la www.viennabricks.at también está el edificio de la década de 1930 en la Herrengasse, el Wien Museum de Oswald Haerdtl y la Philips-Haus de Karl Schwanzer en Wienerberg, construida en los años 60.

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Días enteros de planificación

Todo comenzó hace cinco años. La chispa que lo provocó fue su pasión por la fotografía. Gach: "El juego con la perspectiva, la concentración en las estructuras y los detalles era algo que me fascinaba". Los Legos siempre estuvieron presentes. "Gracias a ellos, mis padres se libraban de mí durante horas", recuerda Gach entre risas. ¿Cuánto tiempo necesita para terminar sus modelos? "La mayor parte del tiempo la dedico a la fase de planificación. Muchas veces durante varios días. El montaje dura de 30 minutos hasta seis horas". El estado de emergencia de las últimas semanas le ha ido bien a su creatividad: "La cuarentena la ha potenciado".

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Fracaso con el Burgtheater

De cualquier modo, aún le queda mucho por hacer. Su lista de cosas pendientes la encabeza la Caja Postal de Ahorros de Otto Wagner, y con el instituto federal Erlgasse en Meidling reproduciría otra obra de la Viena Roja. Pero los fracasos también llegan: "El Burgtheater no consigo montarlo con un tamaño razonable. Sin embargo, a veces hace falta intentar las cosas de nuevo y hacer pausas para que, al final, puedan salir bien", explica Gach. Esto no significa que haya descartado la idea del Burgtheater. ¿Se topa con reacciones de sorpresa cuando habla sobre sus inusuales labores de construcción? "Por raro que parezca, no. Y cuando la gente ve los modelos, se queda sin palabras".

Los modelos de Harald Gach también se pueden comprar. En www.viennabricks.at hay una vista general de todos sus edificios.