La Torre del Danubio
Los 360º de vista panorámica sobre Viena le quitan la respiración a cualquiera. La reciente renovación le ha dado a la Torre del Danubio un brillo renovado. O, mejor dicho, algo de su esplendor pasado. El restaurante del edificio gira sobre su propio eje, y el diseño del café ubicado a 170 metros de altura lo devuelve a 1960, aunque, eso sí, con una interpretación moderna y los estándares de ahora. La Torre del Danubio se edificó en 1964 con motivo de la Wiener Gartenschau, la Exposición Internacional de Jardines de Viena.
Pantallas panorámicas interactivas en las plataformas internas y externas a 155 metros de altura informan sobre los monumentos y puntos de interés cercanos en ocho idiomas distintos. En la entrada, que también ha sido renovada y adaptada, más de 60 pantallas táctiles multimedia permiten experimentar la historia de la torre y la de Viena.
Un tobogán espectacular
Sin embargo, lo más destacable es la vista. No hay ningún lugar en esta ciudad que ofrezca una vista mejor de Viena y el Danubio. Asimismo, es el lugar perfecto para los adictos a la adrenalina, y es que un espectacular tobogán del artista de objetos Carsten Höller les aguarda a 165 metros de altura. Sin duda, una atracción no apta para pusilánimes. Los visitantes pueden deslizarse por el lado exterior norte de la Torre del Danubio hasta el mirador situado 15 metros más abajo. La pendiente es de 29 grados y el descenso dura algo menos de 10 segundos: una oportunidad muy especial para descubrir Viena desde las alturas. El tobogán abre todos los días de 11 a 21 horas.
Gastronomía al pie de la Torre del Danubio
La Torre del Danubio también tiene una buena oferta gastronómica a nivel de calle. El Donaubräu está especializado en cocina austriaca y tiene una terraza para alrededor de 430 personas. La especialidad es la Turmbier, la cerveza que se hace en el Donaubräu.


