El Burggarten debe su nombre al Hofburg, la antigua residencia de invierno de los Habsburgo. Está situado entre el imponente y semicircular Neue Burg y el mundialmente famoso museo de arte Albertina. Originalmente diseñado como jardín privado para el emperador Francisco I, este parque de estilo inglés fue abierto al público en 1919. En 1951 se prohibió sentarse en el césped, medida contra la que incluso jóvenes protestaron en los años ochenta y que fue abolida finalmente en 2007.

Hoy en día, el cuidado césped forma uno de los  prados más bonitos para tumbarse en el centro de la ciudad. Se utiliza como lugar de picnic, para reunirse con amigos, practicar yoga u otros deportes, leer o incluso echarse una pequeña siesta. Caminos curvados atraviesan el parque y forman un recorrido circular que pasa por todos los lugares de interés del recinto.

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Monumentos y caballos

El prodigio musical Wolfgang Amadeus Mozart, situado cerca de la Ringstraße, es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. A pocos pasos de allí se encuentra el emperador Francisco José I, vestido con uniforme y portando el bastón de mando. Justo en las afueras, frente al Albertina, una estatua recuerda a Abraham a Sancta Clara, el predicador católico y poeta más destacado del Barroco alemán. La estatua ecuestre de Francisco Esteban de Lorena data de 1781 y se considera así el monumento ecuestre más antiguo de Viena.

Hablando de caballos: con un poco de suerte, en las primeras horas de la mañana se pueden ver aquí incluso los majestuosos caballos lipizzanos de la Escuela Española de Equitación durante su paseo matutino con los jinetes. Algo que sí puede admirarse siempre es el «Bosque de Nachod», declarado oficialmente monumento natural, donde en una pequeña ladera en el extremo oeste se colocaron varios fósiles de coníferas de unos 280 millones de años de antigüedad, originarios de la región checa de Nachod.

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Café y mariposas

Uno de los muchos lugares destacados del modernismo vienés es la Casa de las Palmeras, un antiguo invernadero y palacio de cristal verde que crea una atmósfera tropical en plena ciudad. La Brasserie Palmenhaus es un café-restaurante cuyos asientos en la terraza son muy codiciados cuando hace buen tiempo. El interior está naturalmente decorado de forma exuberante con plantas exóticas. Aquellos que busquen aún más jungla, justo al lado, más de 50 especies diferentes de mariposas revolotean por la Casa de las Mariposas. Lo hacen durante todo el año, a una temperatura constante de 26 °C.

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