Onka Allmayer-Beck modelando arcilla en la mesa de su taller.

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Entrevista a Onka Allmayer-Beck

La trayectoria de la artista vienesa Onka Allmayer-Beck (nacida en 1979) es digna de mención. En 2004 se graduó en el prestigioso Central Saint Martins College of Art and Design de la University of the Arts London, donde cursó una licenciatura en diseño de moda femenina. Luego trabajó hasta 2015 como diseñadora de moda especializada en calzado para varios diseñadores en Milán, entre ellos Carol Christian Poell, Strenesse y Giorgio Armani. Actualmente vive en Viena como artista independiente, especializada en ilustración y cerámica.

Entre el diseño y la artesanía

Onka Allmayer-Beck se sitúa en un territorio donde confluyen el diseño contemporáneo, la artesanía y la escultura. Sus piezas no son meramente decorativas, sino que aspiran a unir lo artesanal con lo creativo y a devolver lo lúdico y lo animado al salón.

En Austria y Europa Central, es considerada una voz fresca que aporta nuevas ideas a través del color, la forma y el concepto de función. En un mundo artístico que precisamente suele trazar límites estrictos entre el «arte» y la «artesanía», Allmayer-Beck ocupa una posición intermedia que va más allá de los límites de forma consciente.

«La gastronomía me divierte»

Escondido en un patio interior en pleno distrito 1, su taller es una colección de coloridos objetos. Entre ellos encontramos soportes de varios niveles para dulces, objetos de mesa que pueden llenarse de velas o flores según el gusto, copas de champán rosadas o copas de helado para una sola bola. «Me gusta el colorido», cuenta la simpática ceramista, muy bien conectada con el mundo gastronómico vienés. En general, Allmayer-Beck no acepta trabajos por encargo. La única excepción son los chefs, junto los que diseña piezas de vajilla, como es el caso del galardonado restaurante Mraz & Sohn (Viena), del Rote Wand (Arlberg) o del legendario Rosi (Zúrich). La colaboración con los chefs se basa en un proceso evolutivo. Paso a paso, avanzan juntos hasta llegar al producto final.

Entrevista a Onka Allmayer-Beck

  • De diseñadora de moda en Milán para Armani a ceramista independiente en Viena: ¿cómo sucedió?

Pues mira. Los años en la moda son como años de un perro: realmente intensos, pero también muy buenos. Así es como fue el tiempo que estuve en Italia con mi buen amigo Arthur Arbesser. No obstante, en algún momento simplemente sentí la necesidad de tomar un nuevo rumbo. Lo recuerdo bien. En 2013, cuando estaba en Asia trabajando para Armani, anunciaron la retirada del Papa Benedicto XVI. Eso fue un pequeño empujón. Nada tendría que ser para siempre. Después, incluso enseñé durante seis años, lo cual me divirtió mucho. En 2016 aprendí a trabajar la cerámica en Rusia, especialmente la técnica de modelado a mano. Ahora soy ceramista independiente a tiempo completo y libre de hacer lo que quiero.

  • ¿Quiénes compran tus obras?

La mayoría de mis clientes me encuentran sobre todo a través de Instagram, el boca a boca y reportajes de prensa. Entre ellos, muchos coleccionistas. Se puede decir que soy un producto de Instagram. Es impresionante ver cómo la gente escenifica mis objetos allí, en qué ambientes los coloca. Y también, cómo los usan... Tienen mucho estilo y, sobre todo, son muy ingeniosos. Mira... (muestra fotos de @onxydizzyfingers). Me encanta ver cómo los nuevos dueños integran mis objetos en sus vidas. Lo fascinante es la vida propia de los objetos y ver qué hacen los compradores con ellos.

  • ¿Qué caracteriza tu cerámica?

Es cierto que hago objetos, pero me gustaría desestigmatizar el término «decoración». Mi arte está destinado al uso. Tengo una relación emocional con ellos; para mí son pequeños seres que aprecio. Ya llevo unas 400 piezas individuales de mayor tamaño. Son recipientes. Todas las patas son tubos, es decir, huecas por dentro, de lo contrario la cocción no funcionaría. Todo surge de un mundo cromático colorido, generalmente en tonos pastel, con un aspecto algo tosco y formas orgánicas.

  • ¿Cuáles son tus piezas favoritas?

No es fácil, porque me gustan todas. Por ejemplo, están los cubos para velas, como los llamo yo. Como suele ser frecuente en mis piezas, los agujeros juegan un papel importante. Iluminados desde dentro, estos cubos para velas brillan como bolas de discoteca. También las «jarrones-templo» son muy característicos, al igual que las copas de helado para una sola bola.

Artista en su taller apoyada en un horno de cerámica, rodeada de herramientas y prendas de ropa.
© Carolina Revertera

  • ¿De dónde sacas las ideas?

La inspiración siempre llega haciendo, durante el trabajo. También me inspiro en formas que observo en mi entorno o que me llaman la atención en la vida cotidiana en la calle. 

  • ¿Hay algo «vienés» en tu arte?

Sí, un cierto «Schmäh», un guiño. Mis piezas son a veces pequeñas y traviesas. Por supuesto, la estética vienesa influye de manera fundamental en mi obra. Valoro mucho que en Viena la artesanía artística se aprecie y se mantenga en alta estima. 

  • ¿Qué relación tienes con el mundo gastronómico de Viena?

Tengo buena amistad con varios chefs que aprecian y utilizan mis piezas en sus restaurantes. Algunas de mis creaciones se utilizan en Die Herknerin de Stefanie Herkner y en Mraz & Sohn (nota:) el galardonado chef Lukas Mraz es el anfitrión de la serie de videos «Hungry for More» de la Oficina de Turismo de Viena), y Parvin Razavi (galardonada chef del restaurante &flora) ha publicado un libro de cocina en el que sale mi vajilla. Mis obras están pensadas precisamente para la mesa. De hecho, los chefs son los únicos a quienes les permito encargar algo especial de vez en cuando. Para eso también experimentamos juntos. Por ejemplo, estas conchas de ostra que ves aquí (muestra un prototipo) aún no me convencen del todo; seguiré trabajando en ello.

  • ¿Eres aficionada a la buena gastronomía?

¡Claro que sí! Cocinar y salir a comer es realmente increíble. También soy muy golosa. Me encanta la tarta de mousse de chocolate de la pastelería Oberlaa, con ese glaseado que parece líquido... Tengo debilidad por los glaseados. De hecho, el glaseado de la tarta fue lo que inspiró mi propio esmalte marrón. (ríe)

  • ¿Dónde se pueden ver o comprar tus piezas?

Mi obra «Kaffeehaus» se exhibe de forma permanente en el MAK Design Lab del MAK – Museo de Artes Aplicadas. Se creó en 2021 en el marco de la Vienna Design Week. Se trata de un objeto cerámico compuesto por una base y una tapa, que al retirar la parte superior se convierte en una cafetería. En Instagram, mis clientes presentan mis piezas de forma increíble. También es donde se pueden encontrar novedades sobre mi trabajo. Mis obras también se pueden comprar en mi tienda online.

(Visita al taller el 2 de octubre de 2025)

www.onkaallmayerbeck.com

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