Museo del Prater
La entrada al coto de caza imperial del Prater ya era un lugar público de esparcimiento desde antes de su apertura en el año 1766. Artistas, puestos de comida, juegos de azar y comida rápida se encargaban de entretener y aprovisionar a las sociedades de caza de la nobleza y sus séquitos. Tras su apertura fue estableciéndose una pequeña ciudad formada por un conjunto de atracciones, exposiciones de curiosidades y restaurantes. El conocido como antiguo Prater creció y prosperó hasta el siglo XX, y fue completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial. El Museo del Prater recuerda aquel antiguo mundo de diversión popular por medio de una gran colección fotográfica de atletas de exposiciones, luchadores, gigantes, enanos y otros personajes de la farándula. La exposición también cuenta con piezas originales conservadas, como la del Watschenmann original vienés, un muñeco al que dar bofetadas para medir la fuerza de quien golpea, el dragón de un tren de la bruja y la «santa protectora» del Wurstelprater en forma de diosa Fortuna, una antigua figura de carrusel de varios metros de altura.