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El Adlerhof cambia de aspecto

Las leyendas suelen dejar de serlo cuando pasan por una renovación. No ha sido así en el caso del Adlerhof, que en el pasado fue un castizo beisl. No cabe duda de que ese tiempo pasó, pero el nuevo local no tiene nada que envidiarle al antiguo. Es imposible dejar de sorprenderse al ver todo lo que el nuevo Adlerhof tiene que ofrecer. El interior, que es fruto del trabajo conjunto de compañías vienesas tradicionales, lleva por un viaje en el tiempo. La zona anterior es un café con muebles Thonet, cómodos bancos verdes y alfombras originales de la década de 1960. La barra, en la que se pueden comprar deliciosos panes y dulces, ha sido diseñada inspirándose en el estilo de los años 50. Su carácter de establecimiento tradicional se ha podido mantener gracias a la conservación de los revestimientos de madera de las paredes.

El atrio cubierto que hay en la parte trasera es un imán que atrae todas las miradas. Aquí hay una magnífica escalera de caracol que antiguamente llevaba al sótano del Adlerhof, y que ahora es una gran cesta colgante. La antigua barandilla de Otto Wagner, el "paradisíaco" fresco del pintor austriaco rococó Johann Bergl impreso en papel pintado y las numerosas lámparas vintage que decoran las estancias no dan descanso a los ojos. A todo ello hay que sumarle el salón trasero, que ha conservado su color verde.

La carta del Adlerhof incluye un desayuno variado, que se sirve hasta las 16:00 h.

Adlerhof

Burggasse 51
1070 Vienna
  • Horarios de apertura

    • Lu, 06:30 - 02:00
    • Ma, 06:30 - 02:00
    • Mi, 06:30 - 02:00
    • Ju, 06:30 - 02:00
    • Vie, 06:30 - 02:00
    • Sá, 06:30 - 02:00
    • Do, 06:30 - 02:00
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