El tradicional Mercado de Meidling, fundado en 1873, es decir, hace más de 150 años, ha experimentado un cambio importante, sobre todo en los últimos años. Mientras que hace una década todavía tenía un aspecto algo lúgubre (los planes de arrasarlo fueron afortunadamente rechazados), la popularidad de la zona del mercado no ha parado de crecer año tras año. 

El mercado es un imán tanto para los residentes del Grätzel (mayores y jóvenes) como para los visitantes. Muchos de los que se alojan cerca (por ejemplo, en el Grätzlhotel , junto al mercado) aprecian el hecho de que, entre otras cosas, aquí se puede disfrutar de un delicioso desayuno. Gracias a la perfecta conexión con la red de transporte público de Viena, el Mercado de Meidling también es fácilmente accesible para todo el mundo: la línea de metro U4, que conecta el centro de la ciudad con Schönbrunn , así como la U6, le llevan directamente a este Grätzel.

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El Mercado de Meidling es conocido por su genuino ambiente vienés. En él se pueden encontrar muchos clásicos vieneses. Con un aire relajado y tranquilo, el mercado ofrece una mezcla realmente auténtica. Es conocido por la excelente calidad de su oferta. Uno enseguida se da cuenta de que muchos puestos apuestan por los productos ecológicos y regionales. Hay numerosos puestos de verduras, carnicerías y charcuterías, así como innovadores establecimientos de restauración. En los últimos años, muchos recién llegados han abierto restaurantes en el mercado. Casi sólo hay puestos regentados por sus dueños y apenas hay franquicias, por lo que el ambiente es muy auténtico. Los agricultores acuden al mercado todos los días. Sobre todo los viernes y sábados merece la pena visitarlo si se quiere comprar fruta y verdura fresca. 

Delicias culinarias hasta donde alcanza la vista

El Wirtschaft am Markt es el primer restaurante de mercado de Viena galardonado con un toque de chef. La jefa de cocina Heidi Ratzinger crea excelentes platos de cocina vienesa con influencias modernas, en parte internacionales. El Heu & Gabel es también un restaurante conocido mucho más allá de las fronteras del distrito. Se consideran a sí mismos una tienda delicatessen ecológica y una taberna de vinos urbana que apuesta por productos regionales de alta calidad. Sirven brunch, almuerzo y cenas gourmet los viernes.

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En el Mercado de Meidling, los amantes de la buena mesa se sienten como en casa. A los golosos les encantará Hüftgold , conocida extraoficialmente como «probablemente la confitería más pequeña de Viena» y donde le deparan dulces tentaciones: pasteles, tartas, mermeladas, chocolates y mucho más. Justo al lado, los mismos propietarios regentan el encantador Café Ignaz & Rosalia. Es un lugar ideal para desayunar o simplemente disfrutar de especialidades de café o bebidas refrescantes. Los viernes por la noche hay música en vivo. La tienda delicatessen Anna am Meidlinger Markt también es toda una institución. Anna Putz vende excelentes especialidades de queso y embutidos, café, así como pan y bollería. En el Meidlinger Alm, en el extremo sur, se respira un aire de Biergarten. El restaurante tiene una fantástica terraza con árboles leguminosos y sirve platos austriacos.

Los que prefieran cocinar en casa, pueden abastecerse de carne en Nuran. El propietario lleva más de 30 años trabajando en el Mercado de Meidling y su carnicería es una de las mejores de la ciudad. Unos metros más adelante se encuentra Fladen Laden Furat, una panadería anatolia con horno de leña. En ella se puede comer delicioso pan plano, como pide y lahmacun. Los que prefieran cocina internacional no pueden perderse el Saigon Bistro, que sirve exquisitos platos vietnamitas. 

Por cierto: Naturalmente, el Mercado de Meidling no solo esconde infinitas sorpresas para el paladar. En la parte norte del mercado también hay un rastro permanente. Y justo al lado está la encantadora tienda canina Mopsfidel , así como una antigua cabina telefónica reconvertida en librería pública.

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Alrededores del mercado

Puesto que el Mercado de Meidling, con unos 50 puestos, consta como uno de los mercados más pequeños, también merece la pena explorar los alrededores. Viniendo de la U4, junto a la estación de Längenfeldgasse se encuentra uno de los mejores restaurantes veganos de la ciudad: el Velani. Está a un corto paseo del Mercado de Meidling. De camino, merece la pena probar auténticas pizzas napolitanas en el Pummarò .

A la vuelta de la esquina del mercado hay dos cafés muy buenos: el Freundling, que ofrece, entre otras cosas, menús de mediodía y se especializa en platos vegetarianos y veganos, y el café-bistró La Crèmerie, conocido sobre todo por sus desayunos. El Roter Bär Buffet, una filial del Zum Roten Bären del distrito 9, es un poco más clásico. En él se pueden degustar platos austriacos sencillos a precios justos. Los que quieran pasar un poco más de tiempo en el distrito pueden subir por la Meidlinger Hauptstraße. La principal calle comercial del distrito 12, de un kilómetro de longitud y la quinta más grande de Viena, se ha convertido en los últimos años en gran parte en una zona peatonal.