Desde hace algunos años el vino vienés sale cada vez más de la taberna tradicional Heurigen y conquista la ciudad. Está de moda beber vino vienés y cada vez más mesoneros comprometidos y propietarios de locales apuestan por el vino de su ciudad. Y es que el vino vienés en cualquier caso hace quedar bien.

El “Gemischter Satz“ fresco y aromático, el “Junge Wiener“ así como el Grüner Veltliner ligero y sabroso y el Blauer Zweigelt afrutado se encuentran generalmente en la escena gastronómica y en los jardines de los locales en verano. En la gastronomía más sofisticada prefieren vinos de alta calidad de la serie Lagenwein, Rieslinge maduros y Weissburgunder, aunque también Chardonnay, Suavignon blanco, Grüner Veltliner fuerte y tintos como Pinot noir y St. Laurent. Son un acompañamiento excelente y universal para la comida y completan perfectamente muchos platos de la Cocina Vienesa.

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