A pocos minutos andando del eje de conexiones de metro de la Karlsplatz y del Naschmarkt, el Freihausviertel ofrece muchos contrastes al bullicio del centro de Viena. Aquí, en el distrito 4 de Viena, los relojes van a un ritmo diferente. El Freihausviertel es un barrio de moda en el que se respira un aire internacional.

Se trata de una zona moderna y urbana, pero vienesa hasta la médula. Para ser una ciudad de más de un millón de habitantes, este Grätzel es increíblemente tranquilo, aunque esté lleno de vida. Es un lugar para personas que encuentran la felicidad lejos de lo convencional. Y es que el Freihausviertel ha sido un campo de experimentación del Zeitgeist urbano desde los años 90, en muchos aspectos:

Siempre en movimiento

En el Freihausviertel ya se vendía moda de segunda mano cuando todavía nadie se interesaba por ese tema. Aquí, el Upcycling se elevó a la categoría de arte mucho antes de que la sostenibilidad se convirtiera en un tema de conversación. En el Freihausviertel también aguardan proyectos especiales, como un café intergeneracional donde las abuelas hornean tartas y pasteles deliciosos. Se trata de una iniciativa para combatir la pobreza entre las personas mayores.

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Asimismo, en el Freihausviertel ya se tostaba café seleccionado a mano antes de que se disparara la locura por el café selecto de edición limitada. Por no hablar de las galerías, las cuales están dedicadas al arte contemporáneo. En resumen: En este distrito siempre hay mucho que hacer y constantemente hay novedades. En realidad, el Freihausviertel siempre ha sido un lugar lleno de creatividad, tal como demuestra su historia.

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Cimientos llenos de historia

El nombre del barrio hace referencia a la «Freihaus auf der Wieden»: un enorme complejo de edificios que se extendía desde la Schleifmühlgasse hasta la Karlsplatz y que fue demolido en la década de 1930. El nombre de la casa lo dice todo: El propietario de la Freihaus estaba exento de impuestos y tenía jurisdicción sobre los residentes del complejo de edificios. Un lugar lleno de historia, sobre todo a nivel musical.

La Freihaus también albergaba el Teatro Freihaus, donde en 1791 empezó un nuevo capítulo en la historia de la ópera: Este teatro es donde se estrenó La flauta mágica de Wolfgang Amadeus Mozart. Por eso, la Schikanedergasse, que lleva el nombre del libretista de la ópera, Emanuel Schikaneder, también se encuentra en este Grätzel. La zona también está estrechamente vinculada a otro gran nombre de la historia de la música. La casa donde falleció Franz Schubert se encuentra en un extremo del barrio, en la Kettenbrückengasse.

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La Schleifmühlgasse, el corazón del Grätzel

En la actualidad, la Schleifmühlgasse, que va desde el Naschmarkt hasta la Wiedner Hauptstraße, forma el centro del distrito. Esta calle es difícil de superar en cuanto a diversidad. El Café Anzengruber es una clásica taberna vienesa cuyo Wiener Schnitzel es famoso en toda la ciudad. Se trata de lugar con un gran carácter, y es un punto de encuentro para artistas y periodistas de Viena. Justo al lado del Anzengruber, en el Sekt Comptoir Szigeti, se sacia la sed de vino espumoso de una forma muy regional. El espumoso Szigeti se prensa a unos 60 kilómetros de las puertas de Viena, utilizando el Méthode Traditionelle, el método del champán. La oferta es enorme, y es que en el menú sólo hay vino espumoso. ¡Salud!

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Si la cafeína es lo suyo, en la Schleifmühlgasse encontrará lo que busca. La pequeña tostaduría Alt Wien Kaffee es desde hace tiempo uno de los clásicos del Grätzel. Ofrece especialidades de café de todo el mundo, principalmente de calidad ecológica. La Vollpension es un proyecto gastronómico especial. En este café, las abuelas hornean y sirven fantásticos pasteles, lo que le añade un encanto especial. Su historia: La Vollpension nació para combatir la pobreza entre mujeres de edad avanzada. Los que se dan un festín de pasteles, tartas y Strudels en este local, también hacen una buena obra. ¿Se le ha abierto el apetito? Aquí encontrará aún más recomendaciones culinarias para el Freihausviertel.

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Compras un poco diferentes

El Freihausviertel también goza de una oferta comercial excepcional. Flo Vintage, en la Schleifmühlgasse, es la tienda de moda vintage más antigua de Viena. Esta tienda de renombre internacional existe desde finales de los años 70 y es un auténtico tesoro para los aficionados a la moda. En ella encontrará piezas fantásticas del período comprendido entre 1880 y 1980. Gabarage también se adelantó a su tiempo. Esta empresa apuesta por el Upcycling para fabricar muebles, accesorios y ropa. Por ejemplo, fabrica fantásticas lámparas a partir de viejos semáforos y transforma cubos de basura en muebles para sentarse. La empresa emplea sobre todo a personas con dificultades en el mercado laboral.

Arte, arte y más arte

El mundo de las galerías contribuye a la buena reputación de la Schleifmühlgasse. Entre ellas están Gabriele Senn Galerie, Christine König Galerie, Kargl Fine Arts, Alba Gallery y Galerie Zimmermann Kratochwill. Aquí todo gira en torno al arte contemporáneo, el cual impulsa este Grätzel de forma especial. Particularmente populares entre el público son las visitas a galerías que tienen lugar de forma periódica y dan mucha vida a la Schleifmühlgasse.

El Tercer Hombre y mucha música

No obstante, en el Freihausviertel también aguardan lugares de interés y museos bastante peculiares. El Museo del Tercer Hombre es un lugar extraordinario que toma como tema una de las mejores películas de todos los tiempos. En él, 2.500 piezas originales, como guiones, carteles, cámaras de cine y proyectores, esperan a los visitantes. El museo profundiza de forma fascinante en los antecedentes y la historia de la creación del cine. Y, por supuesto, no puede faltar la famosa música de la película de Anton Karas, que hizo famoso el sonido de la cítara en todo el mundo.

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Hablando de música. El Palais Ehrbar, en la Mühlgasse, es también uno de los lugares de interés del Grätzel. Tras la fachada de este magnífico edificio se encuentra la Sala Ehrbar, un lugar dedicado a la música clásica y lleno de encanto histórico. Grandes como Johannes Brahms, Anton Bruckner, Arnold Schönberg y Gustav Mahler dieron conciertos en esta sala. Merece la pena asistir a un concierto para disfrutar de su magnífica acústica.

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Y el Heumühle es una joya arquitectónica especial en un extremo del Freihausviertel. Este molino es el edificio civil más antiguo del centro de Viena y data del siglo XIV. Algo escondido, puede visitarse desde el exterior. Se accede a él desde la Kettenbrückengasse (esquina con la Grüngasse).